La dolomita es un mineral utilizado en la agricultura por su alto contenido en calcio y magnesio. Su pH neutro ayuda a amortiguar el pH del subsuelo, especialmente en suelos ácidos. Favorece la fotosíntesis en la planta, fortaleciéndola, así como la presencia y actividad de microorganismos en el suelo.
Puede aplicarse directamente al subsuelo o al agua de riego. Dosis recomendada: 1 g por litro de suelo, durante la preparación del subsuelo. Aplicar sobre el agua de riego en dosis muy bajas y nunca en sistemas automatizados porque puede obstruirlos.